El Vaticano confirmó la muerte del Papa Francisco a los 88 años, como consecuencia de un colapso cardiovascular irreversible y un derrame cerebral. La noticia fue dada a conocer por la Oficina de Prensa de la Santa Sede y replicada por Vatican News.
Revelaron que la partida del sucesor de San Pedro ocurrió en su residencia de Santa Marta, en Roma, donde vivía desde el inicio de su pontificado.
Según el parte médico oficial, el diagnóstico fue confirmado mediante un electrocardiograma tanatológico realizado por el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano. El informe detalló que el exarzobispo de Buenos Aires tenía antecedentes médicos delicados, entre ellos insuficiencia respiratoria aguda, neumonía bilateral multimicrobiana, hipertensión arterial, diabetes tipo II y bronquiectasias múltiples.
La causa de muerte de Jorge Mario Bergoglio, nombre del Papa Francisco, se da a conocer en medio del luto mundial por su partida. La preocupación estaba sobre él, luego que fue internado durante 37 días en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma, debido a una neumonía bilateral.
Durante su hospitalización, el Papa recibió ventilación mecánica no invasiva y permaneció en estado crítico, aunque logró mostrar signos de mejoría que permitieron su traslado al Vaticano el 23 de marzo.
¿Por qué ocurren un derrame cerebral y un colapso cardiovascular, causa de muerte del Papa Francisco?
Un derrame cerebral ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, lo que puede deberse a la ruptura de un vaso sanguíneo (hemorragia cerebral) o a una obstrucción por un coágulo (accidente cerebrovascular isquémico).
Esto provoca la muerte de tejido cerebral y puede ser fatal si no se trata de inmediato. Entre sus principales factores de riesgo se encuentran la hipertensión, la diabetes y antecedentes cardiovasculares, condiciones que afectaban al papa Francisco.
Por otro lado, un colapso cardiovascular se refiere a una falla súbita del sistema circulatorio, que impide que el corazón bombee sangre adecuadamente al cuerpo. Esta condición puede ser irreversible si afecta órganos vitales y generalmente está vinculada a enfermedades crónicas como la insuficiencia cardíaca, arteriosclerosis o infecciones respiratorias graves.
La combinación de ambas patologías se convirtió en la causa de muerte del Papa Francisco, líder espiritual de más de 1,200 millones de católicos en el mundo.