El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, emprenderá la próxima semana su primer recorrido internacional, visitando Panamá, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana.
Esta gira es uno de los primeros movimientos significativos de Rubio como parte de la administración Trump, aunque se ha confirmado que México no forma parte de la agenda, a pesar de los temas delicados que deben tratarse entre ambos gobiernos, como la migración y la seguridad.
Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y fluido en español, se convirtió recientemente en el primer secretario de Estado hispano de la historia de EE. UU., lo que refleja la intención de la nueva administración de poner más atención en América Latina, en especial para frenar los flujos migratorios desde la región.
Marco Rubio y las tensiones con Panamá y apoyo a la oposición venezolana
El viaje de Rubio a Panamá se da en un contexto delicado, tras las recientes declaraciones del presidente Donald Trump sobre el control del Canal de Panamá. Rubio, en su audiencia de confirmación, expresó preocupación por el creciente papel de China en la gestión del canal, lo que considera una violación de los acuerdos previos establecidos en los Tratados Torrijos-Carter de 1977.
Este tema ha generado fricciones con las autoridades panameñas, quienes han interpretado estas declaraciones como un intento de recuperar la influencia estadounidense sobre el canal.
Además, Marco Rubio aprovechó su gira para reafirmar el respaldo de EE. UU. a la oposición venezolana, particularmente a los líderes Edmundo González Urrutia y María Corina Machado. Esta muestra de apoyo llega después de la polémica investidura de Nicolás Maduro en Venezuela, quien asumió un nuevo mandato en medio de denuncias de fraude electoral.
Rubio reiteró el compromiso de su gobierno con la restauración de la democracia en el país y con la liberación de los presos políticos, en línea con las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano.